. CASA YUCATÁN RESTAURANTE.
• TIEMPO DE INVERTIR
Ha sido un grupo empresarial local, activo y con pleno conocimiento de la cultura y la industria turística de Yucatán, el ente responsable de la instalación de este nuevo centro de consumo en el corredor más importante para la cultura y la atención de visitantes de la Ciudad de Mérida: la calle 60.
Casa Yucatán representa también el consumo de materia prima e insumos de producción en el Estado, la generación de empleos directos e indirectos, y el desarrollo profesional de la planta laboral que ya está haciendo escuela en atención y servicio.
De gran relevancia resulta que se instale una empresa a este nivel, justo en momentos en que la pandemia de covid-19 no nos ha dejado del todo libres en el mundo.
Pero los emprendedores de Casa Yucatán están apostando al impulso comercial que ya vive nuestro Estado, y con mayor razón al devenir de la Ciudad de Mérida, imán indiscutible para el turismo cultural y gastronómico de esta parte del continente, y que tiene todo a favor de la cimentación de proyectos con identidad yucateca.
Al frente de los fogones y del negocio se encuentran el Chef Ejecutivo Ernesto Cab Vera, al mando de la troupe en las cocinas; y el Chef Operativo Juan Manuel Cadavieco Burgos, en la administración y las finanzas.
Estos profesionales —yucatecos los dos—, emprenden de nuevo en la industria gastronómica luego de una residencia de 10 años en los Emiratos Árabes Unidos, dirigiendo importantes restaurantes de comida mexicana.
• LA FIESTA GASTRONÓMICA
El Chef Ernesto Cab Vera —multipremiado y reconocido internacionalmente por su labor en la promoción de la culinaria mexicana— ha preparado para Casa Yucatán un menú local y delicioso, con toques contemporáneos tan sutiles y exquisitos que realzarán el significado de la comida yucateca en el paladar extranjero, y ofrecerán toda una nueva experiencia al comensal nacional y local.
Manteniendo vivas la cultura y la tradición alimentaria mayas, Casa Yucatán ofrecerá guisos elaborados mediante el proceso de “enterrado”, según las tradiciones más ancestrales de la comida yucateca y todos los ritos gastronómicos entorno a ella, que dictan cuidadosos y esmerados procesos de cocción en rústico, de hasta 16 horas bajo tierra, y apenas sobre leña y piedra ardiente.
Una cocina que no es pretenciosa pero sí muy elaborada, y con mucha historia que contar, con plantas de la región, condimentos por diseño, especias locales y producto de alta calidad y frescura, todo en apego a las recetas originales que con mayor tradición han sobrevivido el paso de los siglos.
Y si bien todo el menú es disfrutable por propios y extraños, las entradas son variadas y deliciosas, que incluso ofrecen un breve paseo por la influencia árabe en la cocina de Yucatán.
Las recomendaciones de plato fuerte con el Pavo en relleno negro —que se presenta en el plato con hojuelas de oro— y, desde luego, la Cochinita Pibil, pero en su versión de recado negro: apetitosa y única.
No faltan los salbutes y los panuchos con guisos tradicionales de receta original. Y de postre, sin duda el tradicional Dulce de papaya con queso de bola (Edam), y las exquisitas Marquesitas, elaboradas al momento en el clásico carrito que, al igual que sus Helados artesanales, se sirven con hojuelas de oro.
Y para acompañar las deliciosas especialidades en Casa Yucatán, se puede disfrutar de una cerveza artesanal de marca propia, coctelería de línea o incluso probar el encanto del maridaje de la mixología moderna con la comida de receta ancestral.
En la experta variedad está el placer de comer en casa.
En Casa Yucatán.
• LA CASA
El registro más antiguo que se tiene de la propiedad que Casa Yucatán ocupa hoy, data de 1903, de lo que puede deducirse que el predio fue construido en la segunda mitad de 1800.
Para lograr un ambiente que aporte al deleite de la comida yucateca, se aprovechan los espacios de la terraza y el atrio central, además de 5 salones —hoy climatizados—, que forman parte de la estructura original de este edificio estilo colonial afrancesado.
En la propiedad aún podemos ver pisos, muros y algunos acabados de la obra original y su trascendencia a los tiempos. Incluso los refuerzos que con los años han sido necesarios están a la vista, como huellas imborrables de la edad de la casa, y el orgullo de permanecer en pie
Por ejemplo: en la esquina superior sureste del atrio se unen dos muros, que en realidad unen dos tiempos históricos: de un lado, la pared muestra el estuco original que casi deja a la vista la piedra natural con que se levantó la casa. Y la pared de junto está recubierta de masilla pintada de amarillo brillante, un color representativo de la identidad colonial en esta parte del mundo.
En el traspatio, donde se construyeron los fosos para cocinar la comida enterrada, se han dispuesto espacios para cultivo propio de especias y hortalizas, que proporcionan el sabor fresco y original que exige la comida de Yucatán.

0 Comentarios