Mérida, Yucatán septiembre.- Un mantel navideño, que una
buena samaritana donó, se convirtió en la improvisada mortaja de un hombre que,
tras dos días desaparecido de su familia, puso fin a su vida en un árbol de
flamboyán en la avenida Itzaes entre 67 y 69, en el centro de Mérida el día lunes 11 sep.
Tal vez sin proponérselo, con su muerte hizo más visible
aún un problema de salud mental que cada año aumenta en Yucatán, sin que hasta
ahora haya políticas públicas efectivas para aminorarlo.
Yucatán acumula más de una década con aumentos anuales de
la tasa de suicidios. En sexenios anteriores se pusieron en marcha programas
que trataron de paliarlo, pero tras la pandemia de Covid-19 muchos los abandonó
el gobierno o los dejó sin presupuesto.
El cuerpo del hombre desconocido colgando en plena
avenida Itzaes, entrada a Mérida para quienes vienen desde el sur, es un fuerte
llamado de atención a la sociedad y al gobierno para que juntos atiendan este
grave problema, que se origina en la depresión y en buena parte en las
adicciones.
Testigos que vieron al hombre que subía al flamboyán se
sorprendieron. Su asombro aumentó más al ver que llevaba una cuerda en la mano.
Todo sucedió tan rápido que nadie tuvo tiempo de evitar que se matara.
Por unos minutos la dantesca escena quedó a la vista de
transeúntes y automovilistas, hasta que una vecina donó un mantel,
paradójicamente con adornos navideños, para cubrir el cuerpo. Un policía subió
hasta lo alto y cubrió el cuerpo.
Más tarde se supo que los familiares del hombre lo buscaban desde hace dos días. Tenía problemas de adicciones, pero se desconoce si recibía algún.
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Con información:Agencias de prensa
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